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Querido Y Viejo Tigre Que Duerme:

domingo, 19 de julio de 2009

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Attitude is everything

sábado, 4 de julio de 2009

Cosas que han pasado

Ha pasado un mes desde mi última entrada y puedo seguir afirmando que me resulta dulce vivir. No es extraño, en realidad: hay tanta luz, las noches son cortas y agradables y las aprovecho durmiendo, saliendo, jugando. El calor del sol tardío de las 7 de la tarde me da energía, el de por la mañana me despeja. Y, por encima de todo, cada día me siento más enamorada. Todo es bastante dulce ahora mismo.



Escribo poco y leo poco últimamente. Me gusta salir y hablar hasta por los codos algunas tardes, o permanecer callada y concentrada otras. Me gusta tumbarme bajo el sol con mis gafas de sol rojas y dejar la mente en blanco. Me gustan los árboles alrededor y los bichos me molestan menos que de costumbre porque el contacto con la naturaleza me pone de buen humor. Escribo y leo poco, y sé que debería hacerlo más a menudo, pero últimamente no me da por sentirme culpable. El buen humor me vuelve indulgente, incapaz de atribuirme culpas, sea que éstas me pertenezcan o no.



Algunas cosas que han pasado:

-He seguido el "caso Salinger" de forma indirecta. He querido leer poco sobre ello, informarme poco, porque me di cuenta, leyendo un periódico, de que la indignación me invadía. Sí, en serio, me indigné y todo. Precisamente por eso no quise escribir sobre ello en el blog, entonces. El caso es que, gracias a mi novio y a mi ex, ávidos lectores de periódicos y conocedores ambos de mi gran admiración hacia Salinger, me he ido enterando de algunos pormenores del caso y me ha alegrado saber que, de momento, todo va bien para Salinger.

De todos modos, ¿qué es lo que sucedió con Holden? Tengo entendido que desapareció... O tal vez siga en la institución mental, suspendido en el tiempo, eternamente con 16, contando para siempre "una cosa de locos que me sucedió las navidades pasadas, antes de que me mandasen aquí a reponerme un poco".

Leo en un periódico lo siguiente:

Sin embargo, según la juez, "uno de los temas principales de El guardián entre el centeno es precisamente la naturaleza rebelde del protagonista y su tendencia a la alienación depresiva, y repetir el mismo ejercicio para parodiarlo, simplemente porque la sociedad y el protagonista han envejecido, no tiene nada de parodia"(1).

Y me pregunto: ¿de verdad Holden ha envejecido? La sociedad, en efecto, ha cambiado desde 1951. No sé, realmente, si ha envejecido, pero que ha cambiado es indiscutible. ¿Y Holden? No sé mucho acerca de los adolescentes de hoy en día, pero cuando yo leí el libro, en mi adolescencia temprana, me sentí absolutamente identificada -obviamente, ahí comenzó mi larga historia de amor con Salinger-. Tal vez todo haya cambiado, es posible. Han pasado más de 50 años desde la publicación del libro y unos 15 desde que yo lo leí por primera vez. Podría ser, pero me ha sorprendido lo de que "el protagonista ha envejecido".



Más cosas...


-Estoy redescubriendo la sensación de "estar enamorada". Como siempre, se me resisten las palabras, se me quedan atragantadas o, en este caso, me tiemblan en los dedos pero no llegan a escribirse. ¿Por qué? Porque es difícil describir una sensación que, como ésta, cambia tanto según se dirija a una u otra persona. Si me preguntasen cuántas veces he estado enamorada en mi vida, sólo podría responder que, como ahora, sólo una. Pero depende, porque hace 12 años, cuando me enamoré por primera vez, hubiese podido responder lo mismo, y lo mismo hubiese repetido hace cinco años, cuando me enamoré de mi ex. Lo que quiero decir es que cada una de estas experiencias es tan única y distinta a las demás que utilizar la misma expresión para todas ellas me resulta demasiado impreciso, de ahí esta matización (de siete líneas, nada menos). Las palabras quizás se interpongan y obstaculicen mi intento de explicación pero, por suerte, el amor depende de otras muchas cosas, no sólo palabras, y yo ahora mismo lo estoy disfrutando de una manera nueva, completamente desconocida. No sólo eso, mis costumbres, mi ambiente, la gente de la que me rodeo, todo ha cambiado y, en efecto, asisto a la experiencia con los ojos abiertos como platos, pero también la vivo. Y tal vez eso sea lo más importante: que siento que estoy viviendo.

En cuanto a él, al que ya me he dirigido muchas veces en el blog, sólo puedo decir que me hace feliz. Y que me lo comeré a besos en cuanto lo vea, más tarde, o mañana.

(El amor me vuelve impúdica, exhibicionista. Jamás pensé que escribiría de cosas personales de este modo en el blog, que le daría a él pistas para que lo encontrase y lo leyese. Me hubiera muerto de la vergüenza sólo de pensarlo y, sin embargo, aquí estoy: gritando mi amor por él vía blog...)



-Leo poco, pero algo leo. He terminado hace poco "Hermosos y Malditos", mi primera vez con Scott Fitzgerald, y me ha quedado la sensación de que quiero leerle a él, no una traducción. Conclusión: buscaré "El Gran Gatsby" en su versión original.



También, el libro que tengo en mi bolsita de piscina, playa o similares, es "Delta de Venus", de Anaïs. Adoro a Anaïs, no sé si lo había comentado alguna vez. Durante una temporada, gracias a la recomendación de una amiga, estuve devorando los "Diarios". Después me hice con ellos (¡son difíciles de encontrar!) y con el librito que he mencionado. Y me encanta, claro. Me entran ganas de escribir relatos eróticos, de verdad, aunque sé que es un género que no se me da bien.



Quiero releer "El Almuerzo Desnudo".


-Y esto es todo, por ahora. No pasan muchas cosas, no pasan grandes cosas, pero estoy bien así. Mejor que bien.