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Querido Y Viejo Tigre Que Duerme:

lunes, 5 de enero de 2009

Así que me has encontrado...

Te doy la bienvenida con un cierto rubor, al estilo de las damas de la Inglaterra previctoriana. Puedes pasear por aquí como quieras, por donde quieras. Al fin y al cabo, no encontrarás aquí nada que no sean las palabras que alguna vez dibujé en mi imaginación, esforzándome por darles un sentido en este pequeño microcosmos mío donde -puedes creerlo- la falta de sentido es lo preponderante. Pero eso no importa ahora. Lo que leerás son mis intentos por ocultarme al tiempo que me muestro, o mi manera de mostrarme mientras intento esconderme. Todavía no está muy claro (ni siquiera para mí).

En todo caso, y si te soy sincera, no pensé que me encontrarías. En realidad ni siquiera llegué a pensar, ni por un segundo, que me buscarías. Ya lo ves, sigues sorprendiéndome y apenas sé qué podría decir ahora. Podría decir que sigo sintiéndome feliz pero, tras pensarlo, me he dado cuenta de que lo que siento, más bien, es una especie de euforia muy de acuerdo con las circunstancias. Y aunque el rubor persiste y me sigo preguntando si tal vez no debería haberme callado con respecto a este pequeño "secreto" mío, lo cierto es que me alegro de poder decirte bienvenido.

(Y, ahora, sólo espero que las cosas simplemente mantengan su statu quo, al menos hasta la próxima vez que... y, sí, esto lo digo casi, casi temblando de miedo. Y es que nunca se sabe).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bienhallada seas, sólo una cosa: no tengas miedo de lo que no depende de tí, deja que las cosas pasen para lo bueno y para lo malo.
Y tranquila que todo va a salir bién.
besos

Victoria dijo...

:D

¿Serás... tú? Pero quién si no. Sonrío de nuevo :D

Has escrito... qué curioso, has tenido la ocurrencia de escribir mi mantra favorito: "todo va a salir bien".

Algún día hablaremos del control, de la manía del control, de lo que depende de uno, de lo que no (creo que nada depende de uno, pero yo sólo soy una pobre determinista; por suerte, dispongo, a mi antojo, de un útil espíritu contradictorio). Y de cuándo dejarse ir.

Todo va a salir bien.

Besos.